martes, 20 de mayo de 2008

De vuelta con la fidelidad...

A este tema siempre le he dado demasiadas vueltas, creo que siempre he sido traicionado por unas u otras personas o al menos así lo he percibido, es un sentimiento de mucha impotencia, te dejan con el "corazón hacia el sol" y no hay nada que lo resuelva, simplemente te quedas sin solucionar nada, la traición es lo más bajo en lo que puede caer un ser humano con respecto hacia los demás y hacia él mismo.

Pero ahora me pregunto distintas cosas, ¿qué podemos considerar traición?, de verdad que podemos tener desacuerdos pero será que muchas veces alguien no se da cuenta de una traición hacia alguien, o no se quieren dar cuenta, será muchas veces que cuando te voltean la situación el que esté mal eres tu?, o todos somos demasiado egoístas ante los demás y las personas fieles salen perjudicadas?.

Ha llegado la hora de tratar de ser fiel a mi mismo, esa es una decisión, creo que he decidido respadar siempre a quien me rodea, he decidido asumir el riezgo de la traición, asusta pero si no puedes confiar en alguien de verdad que estamos perdiendo el tiempo, siempre siendo un poco radical y tajante con respecto de las traiciones, seré intolerante al respecto porque mi confianza lo es todo para mi y si eso no existe puede haber cordialidad pero nunca amstad, un saludo.

3 comentarios:

The travelling Moffin dijo...

... pero las segundas oportunidades no siempre son malas... ¿o sí?
:D

jon dijo...

Las segundas oportunidades son necesarias y aunque la mayoría de las veces las cosas se repiten, a veces suceden cosas maravillosas, un beso y un abrazo ;)

Janus dijo...

La gente no cambia, por eso rara vez las segundas oportunidades tienen un resultado distinto a que se obtuvo en la primera.
Tu dilema sobre la fidelidad tiene una solución y tu ya la encontraste: sólo debes serte fiel a ti mismo. Mientras estes agusto con cómo eres y lo que haces lo que hagan los demás no debería afectarte. El problema de toda relación que elijas tener siempre será que le dejas abierta la puerta a que la persona en quien confias te falle te destroze el corazón. Tu decides si apuestas por ella o mejor te mantienes a una distancia prudente. Siempre que elijas creer en alguien existirá la posibilidad de salir herido así que si lo haces ya sabes en que te metes.